El trastorno del desarrollo del lenguaje, o TDL, es untrastorno del espectro

This is a translation of another post: Developmental Language Disorder as a Spectrum by Karla K. McGregor, Ph.D. and Hope Sparks, Ph.D.

Translation to Spanish by Silvia Nieva Ramos, Ph.D. and Barbara Conboy, Ph.D.


 
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El trastorno del desarrollo del lenguaje, o TDL, es un trastorno del espectro. Los trastornos del espectro son condiciones que afectan a varias habilidades relacionadas, no solamente una habilidad. Dos individuos cualesquiera que tengan un trastorno del espectro pueden diferir en la gravedad del problema y en la combinación de las habilidades involucradas.

Esta simple definición tiene muchas implicaciones para entender el TDL. Considerar otra clase de espectro (el espectro de colores) puede ayudarnos a pensar en ellas. El espectro de colores tiene un rango del rojo al violeta. Podemos identificar de forma fiable el verde en el espectro, pero no existen límites distintos entre las categorías de colores. Cuando diagnosticamos un trastorno del neurodesarrollo, como el TDL, en cierto sentido lo distinguimos de otros trastornos del mismo modo que distinguimos el verde de los demás colores del espectro de colores. Nuestro diagnóstico se guía por lo que conocemos como los síntomas del TDL, pero debemos reconocer que, en el límite entre dos categorías diagnósticas, es posible confundir un trastorno por otro.

¿Qué tono de verde?

Debido a que el TDL es un trastorno de espectro, dos personas cualesquiera con TDL pueden tener diferentes dificultades con el lenguaje. Consideremos a dos niños, Elvis y Porter, cuyo perfil fue descrito en un artículo que escribimos sobre la intervención de vocabulario. Ambos niños tenían problemas con la gramática, pero ahí terminaban las similitudes.

Elvis había estado expuesto a sustancias tóxicas antes de nacer. Su habla era difícil de entender, pero le gustaba hablar con sus compañeros y con adultos en el aula.

Porter nació sano. Su habla era clara, pero le costaba aprender vocabulario nuevo. Sus dificultades con el lenguaje afectaron a la comunicación con sus compañeros. Evitaba hablar con otros niños y tendía a llorar cuando fallaba la comunicación.

A pesar de tener diferentes fortalezas y debilidades, ambos niños tenían TDL. Usando la analogía del color, podríamos describir a Elvis como “verde claro” y Porter como “verde oscuro”, pero ambos eran “verdes”. Así, pudimos identificar el TDL en ambos niños.

¿El verde claro cuenta?

Debido a que el TDL es un trastorno de espectro, a veces puede resultar difícil de diagnosticar. Habrá casos límite en los que los problemas del niño son leves y no estamos seguros de si se justifica un diagnóstico clínico. Lo importante en estos casos es determinar si los problemas están interfiriendo con el desempeño del niño en la escuela, en el hogar o con otros niños. Si es así, un diagnóstico puede conducir a los apoyos que este niño necesita para superar esas limitaciones funcionales. Incluso un caso “verde claro” podría requerir ayuda.

¿Es verde o amarillo? ¿Es verde o azul?

También hay casos en los que llegar a un diagnóstico adecuado puede resultar complicado. Los problemas del lenguaje se encuentran en muchos trastornos del neurodesarrollo, por lo que a veces es complicado decidir si es mejor diagnosticar el conjunto de fortalezas y debilidades como el TDL o alguna otra condición, por ejemplo, la discapacidad intelectual o el autismo. En términos de color, nos preguntamos: ¿es verde o amarillo? ¿Es verde o azul? La respuesta se encuentra si consideramos las habilidades del niño más allá del lenguaje. Por ejemplo, si el niño también tiene problemas no verbales significativos, la discapacidad intelectual puede ser el diagnóstico más preciso. Si el niño además tiene conductas repetitivas, el autismo sería el diagnóstico más exacto. Incluso con estas otras condiciones médicas, podríamos reconocer la dificultad particular de un niño con el lenguaje diagnosticando un "trastorno del lenguaje asociado con {la condición médica}".

¿Es verde y azul?

Otra consecuencia de la forma espectral del TDL es que un niño se puede presentar con muchas características “verdes” y también con muchas características “azules,” y por lo tanto requiere dos diagnósticos para que reciba la ayuda necesaria. Con frecuencia coexisten dos o más trastornos del neurodesarrollo. Por ejemplo, a un niño se le puede diagnosticar TDL y dislexia, TDL y trastorno del desarrollo de la coordinación o TDL y trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

¿El verde está cambiando a azul?

Finalmente, debemos recordar que el TDL es un trastorno del desarrollo. Eso significa que los síntomas, e incluso los diagnósticos, pueden cambiar a medida que el niño crece y nuestras expectativas cambian. Imagínese un niño de cuatro años. A esa edad, las destrezas de comunicación (el aprendizaje de un vocabulario básico y la estructura gramatical de la lengua; el conocimiento de las reglas de toma de turnos en una conversación) son de primordial importancia. Al niño que tiene desafíos con esas destrezas básicas se le puede diagnosticar con precisión TDL. Cuando ese mismo niño llegue al quinto grado, el éxito académico es esencial. Si el niño ahora puede tener conversaciones sin problema, pero tiene dificultades con la lectoescritura, es posible que se le diagnostique con precisión una discapacidad específica del aprendizaje. Esto no significa que el diagnóstico anterior de TDL fuera incorrecto. El TDL es una condición que dura toda la vida, pero los síntomas cambian con el tiempo. Las dificultades que las personas con TDL tienen con tareas lingüísticas nuevas y más complicadas a diferentes edades son diferentes para cada persona. Además, cuando los investigadores hacen un seguimiento a niños pequeños con TDL hasta la edad adulta, a menudo descubren que los niños adquieren o "se convierten" en diagnósticos nuevos a lo largo del camino.

Obtener un diagnóstico para su hijo es un proceso estresante y a menudo confuso. Comprender el TDL como un espectro puede ayudarle a darle sentido al proceso de diagnóstico, anticipar su complejidad y buscar los mejores apoyos para su hijo.

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